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Sala de conferencias

Liderazgo académico y empresarial de las Relaciones Públicas en una nueva normalidad

Basado en una planificación y el constate trabajo, teniendo en cuenta la frase “recoges lo que siembras” y siempre con una actitud agradecida y humilde. La preparación del día de hoy define nuestro “yo” del futuro.

 

Se debe basar en tratar de ser el mejor, teniendo en cuenta que el éxito tiene un precio de sacrificio, y dependiendo del precio simbólico que estemos dispuestos a pagar el lugar que lograremos ocupar.

 

Este precio mencionado, se encuentra basado en tiempo, experiencia, tolerancia, buena formación, experiencia, lealtad y compromiso, dedicación, espíritu de sacrificio, ética y conocimiento de las RSE, tener el poder de ver lo que otros no ven (aquello que es invisible a los ojos de todos), poseer un espíritu de sacrificio, basado en no tener miedo a trabajar durante horas y no tener agradecimientos.

 

Se debe tener muy en cuenta la autodisciplina, para realizar las tareas de las que somos capaces de realizar, obligándonos a crecer como personas y profesionales a base de fuerza de voluntad y disciplina.

 

Es fundamental fijarse objetivos y planes de lo que se quiere conseguir, una determinación de cómo, cuándo, porque entre la amplia gama de opciones que puede haber. Las elecciones que se realizan determinan lo que somos “la elección, NO el destino, es quien determina lo que somos”.

 

Aprender a tener un buen relacionamiento con los demás, con un buen recibimiento de críticas (visualizarlas como un regalo) y tener la disposición de analizar y cambiar, considerar siempre la necesidad de cambiar y transformarse es una clave en la asignatura.

 

Adoptar una actitud de soñadores y pensar ¿Por qué no? como herramienta para buscar soluciones y generar expectativas. No poseer miedo a fracasar, en la posición de caminar por donde no hay camino y empeñarse en crear el rastro.

Mantenerse siempre informado, bien utilizando todos los recursos que se puede acceder para aprender y analizar. Mantener ética, sabiendo reconocer los momentos de guía por el compromiso y los de guía por los valores personales.

 

No olvidar jamás el ámbito de la diversión (medidamente) en el ámbito laboral. “Elige un trabajo que te apasione y no tendrás que trabajar ni un solo día de tu vida” y tener como gran herramienta el trabajo en equipo, basándose incluso en valores aprendidos en la niñez

Realizado por Manuela González

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