Estudiantes de 2º año del Taller de Relaciones Públicas
de la Escuela Superior de Comunicación Social
y Diseño Gráfico (ESCS-UTU)
Salud y clima laboral en pandemia
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Este siglo XXI, no solamente ha despertado con el crecimiento de la tecnología y la investigación científica, sino que nos sorprendió a nivel mundial con la pandemia por Covid-19. Un virus que obligó a repensar nuestra forma de vivir y comunicarnos.
La emergencia sanitaria cambió el paradigma laboral de gran parte de la población mundial y uruguaya. Como es sabido, el protocolo sanitario en pos de cuidar nuestra salud, impidió que muchas empresas crecieran o peor aún, se estancaron y hasta cerraron. Por ende, un número importante de la población uruguaya quedó desempleada. Se estima que el mercado laboral cerró el año 2020 con una pérdida de más de 58.800 empleos debido principalmente, al impacto que significó la pandemia del Covid-19 (cifras aportadas por el diario El País el 18 de febrero de 2021). Con esto podemos deducir que la situación se vuelve insostenible para muchas familias que dependen de sueldos que hoy ya no existen, de modo que se ven obligadas a buscar alternativas.
El lema del año 2020 fue “Quedate en casa”, frase que tanto los medios de comunicación como la población, asocian con el concepto de responsabilidad social. Se dio así, origen al boom del mercado vía redes sociales. Alimentos, ropa, productos y una infinidad de servicios se publicitan a través de distintas redes. Si bien esto ya se daba antes de la pandemia, las ofertas tanto de productos como servicios, se intensificaron en este período.
Por otra parte, quienes afortunadamente siguen conservando su empleo o incluso quienes han tenido la suerte de cambiarlo o ser contratados por primera vez, se ven obligados a tolerar climas laborales muy hostiles, ya que la presión por parte de empleadores y compañeros está influenciada por esta situación mundial. El miedo y la paranoia crean situaciones de estrés con los que la población debe aprender a lidiar.
En todo este período, el aislamiento ha sido el gran protagonista, tanto a nivel personal y familiar, como en el ámbito laboral. Surgió y tomó fuerza el llamado “teletrabajo” y empezamos a movernos a través de protocolos.
Quisimos saber cómo se estaban desarrollando las actividades, qué climas se vivían en las distintas organizaciones, cómo se siente la gente ante esta nueva realidad y qué papel juegan las empresas. Aquí compartimos con uds. el trabajo realizado.
Algunos testimonios
“En nuestra oficina somos pocos empleados, 15 nada más, pero la jefa manda desde el comienzo cada informe que encuentra e hicimos alguna reunión por zoom el año pasado por este tema. Este año casi nada. Lo fuerte de información fue el año pasado. Y el trabajo es siempre el mismo. Capaz que estamos más tiempo frente a la computadora” V.M.
“En el colegio van actualizando los protocolos que manda el MSP. El año pasado nos dieron el acrílico y tapabocas. Equipo de salud, desconozco si existe. Y la información de síntomas y cuidados es la misma con que atomizan todos los días en todos lados. La respuesta de los alumnos es tan variable como ellos mismos” J.V.
“En mi trabajo es a conciencia de cada uno. Los procedimientos muy mal efectuados. Nunca han preguntado por la situación de cada uno. No existe la comunicación, solo por temas de trabajo. Lo que les importa es que el trabajo salga, no importa cómo.” C.T.
“Trabajo mucho más que en la oficina. Porque cuando llegaba mi hora me iba, y estando en casa sigo enganchada con la tarea, respondiendo mails y haciendo correcciones. Me cansa mucho más. Por otra parte nunca me preguntaron si estaba bien y si necesitaba algo. Me instalaron un remoto y a trabajar!” A.R.
“En mi trabajo han llegado comunicados de protocolos a seguir cuando estábamos yendo presencial (2020). También han llegado comunicaciones con información sobre síntomas y cuidados (2020). Este año se asumió que el trabajo será remoto hasta que sea necesario así que en cuanto a protocolos no llegó más nada. Sí se ha hecho un relevamiento (de manera anónima) de situación en cuanto a positivos cursados y vacunas. No hay un grupo dedicado puntualmente al tema Covid.” M.V.
“Hubo un intento de formar una Comisión que se ocupara del tema salud antes de la pandemia, pero nunca llegó a funcionar. Y en este tiempo la comunicación se refirió a temas laborales. Las comunicaciones oficiales han sido para informar de casos positivos y restricciones y protocolos a quienes deben ir en forma presencial” NM
“Donde trabajo no hay Departamento de comunicación ni de salud. Cada uno se tiene que cuidar como sabe. Cuando mandan algo es por tema de trabajo. No les preocupa mucho la calidad sino que se cumpla con la tarea.” R.P.
“En la salud estoy atendiendo pacientes y la verdad que estamos saturados. Ya estamos vacunados y la comunicación es externa y reiterativa.” S.T.
“En el 2020 todo fue mucho más cuidado de alguna manera, había más miedo y eso llevaba a que las medidas fueran un poco más fuertes. De todas formas el año pasado trabajaba en un liceo muy grande y debería haber recibido más presupuesto con el fin de cubrir los gastos que la parte sanitaria implicaba y no sucedió así. Hubo mucha lucha de la dirección, amenazando a las autoridades de suspender las clases si no les permitían otra auxiliar o mayor cantidad de productos de limpieza. Nada sucedió, se hizo lo que se pudo con lo que se tenía. Y los protocolos eran los generales para toda secundaria. Este año estoy en cuatro centros distintos y los cuidados dependen sobre todo de si es público o privado. El público en ese sentido cuenta con menos recursos de los necesarios para asegurar el cumplimiento de los protocolos, y se hace más o menos lo que cada uno cree conveniente. Durante la virtualidad obviamente todo eso cambió. Pero ya está anunciado que a la vuelta, los docentes ya no vamos a dejar de trabajar si somos contacto de positivo, por ejemplo, solo si somos nosotros el positivo. Eso ya cambia totalmente las formas de manejarse. Protocolos hay, los generales, cada centro es más o menos estricto con los mismos, según su realidad. Y los públicos, siendo los que dependen directamente del estado, son los que peor están en ese sentido. Nunca sentimos que se pensara puntualmente en nosotros ni se nos consultara por nuestras necesidades”. C.P.
“Estoy hace un año con teletrabajo y le dedico mucho menos horas que si estuviera en la oficina con igual resultado. Me resulta más práctico y económico. Aprovecho el tiempo y gasto menos. Pero nunca me preguntaron si estaba cómoda. Creo que este sistema no va a durar para siempre. Les gusta vernos cumplir el horario”. C.S.
Conclusión
En el ámbito laboral, según las consultas que realizamos, la participación de las empresas, en su mayoría se remite a comunicaciones vía internet. La temática casi exclusivamente es laboral. En general no encontramos Comisiones encargadas de la salud de los empleados, con chequeo de situaciones particulares y problemáticas puntuales. La participación de algunos Departamentos de Comunicación en el tema, han apostado a replicar mensajes del MSP, OMS y OPS.
Si bien algunas personas expresaron que les resulta difícil poner límite al horario de trabajo estando en su casa, otros valoraron la libertad de movimiento y el aprovechamiento del tiempo en otras tareas domésticas.
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John De Souza, Nedy Masciadri - Junio 2021
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