¿Cuál es el rol de líder dentro de una organización? ¿Estaremos siendo buenos líderes?
Son preguntas que debemos hacernos constantemente, para mejorar el relacionamiento interno de la empresa, logrando así que ésta sea más productiva y se trabaje en un ambiente más armonioso y distendido.
¿Qué entendemos por liderazgo?
Los jefes de departamento o gerentes a cargo del área, son parte de la Imagen y la Cultura Organizacional de la empresa, deben dar el ejemplo en todo momento teniendo una interacción interpersonal y grupal con sus equipos.
Para esto se deberá implementar una planificación estratégica comunicacional y que logre una comunicación fluida con las distintas áreas de trabajo.
Es de gran utilidad generar un manual corporativo para integrar al nuevo empleado que comenzará a desarrollar su actividad profesional.
Debe contener un mensaje dándole la bienvenida, mostrarle los objetivos de la empresa, su organigrama, los procedimientos básicos y las normas internas. También comunicará sus valores, misión y visión. Esto dará un panorama general de dicha organización y lo hará sentir parte de la empresa.
¿Cómo debe comportarse el líder frente a sus pares y colaboradores?
Su actitud debería ser positiva, transmitiendo compromiso y empatía al personal. Toda organización necesita que, en sus distintas áreas, el personal se involucre y trabaje con entusiasmo para obtener los objetivos y metas programadas. Dicha relación debe estar basada en el respeto mutuo y la confianza.
Para ello, es necesario que los líderes de los mandos medios y altos sean asertivos en la comunicación que transmiten y que cumplan con su rol principal, que es el de apoyar y motivar al personal.
La comunicación deberá ser transparente y clara para que los empleados confíen en la información que se les está brindando. A su vez éstos deben interactuar con sus líderes, aportando información y su visión del problema.
Si es posible, incluir las soluciones para las situaciones engorrosas que se puedan presentar.
Por lo tanto, la comunicación interna debe ser descendente y ascendente a la vez, esto aumentará el sentimiento de pertenencia a la empresa por parte del trabajador. Escuchar atentamente a los colaboradores puede generar cambios para una mejor adecuación de las tareas. También acrecienta la motivación y creatividad del empleado.
El líder debe generar reuniones periódicas de trabajo, semanales o cada quince días, para que haya cohesión entre sus empleados y también para poner al tanto de las distintas problemáticas a los mandos medios y altos de la empresa, comunicando los avances o retrocesos que se generen en los distintos procesos de producción.
Esto genera un ambiente empático y cooperativo, que beneficia y facilita el trabajo de todos.
¿Es lo mismo ser líder que liderar?
Al hablar de líder nos estamos refiriendo a una persona que está en una posición de autoridad como, por ejemplo, un gerente de empresa.
Éste depende de sus habilidades personales para ejercer el liderazgo, pero no siempre donde hay un líder encontramos liderazgo.
El liderazgo es un concepto un poco más intangible, es una construcción social que se establece entre el líder y sus seguidores. Para que esto se dé, los colaboradores deben confiar en que su líder es la persona capaz de conducir al equipo.
Hay distintos tipos de liderazgo dependiendo de la interacción que el líder tenga con sus colaboradores. Podemos encontrar líderes que trabajan junto y a la par que el empleado, otros que simplemente los dirigen y también están quienes dejan que el empleado tome la iniciativa de realizar las tareas a su forma y entender.
¿Serán mejores líderes los hombres o las mujeres?
Los distintos estudios realizados últimamente revelan que no hay una diferencia significativa en cuánto al género, ni en el estilo del liderazgo. El estilo transformacional es el que predomina entre hombres y mujeres.
También sugieren que las mujeres suelen ser emocionales y más motivadoras con sus colaboradores para que éstos se enfoquen en ser creativos.
Hay áreas como los RR. HH, que quizás puedan ser mejor manejadas por personal femenino, ya que aportan una mayor sensibilidad y empatía ante determinadas situaciones. Llegar “emocionalmente” al personal es necesario y para esto, el líder debe conocer a sus colaboradores, estar al tanto de sus circunstancias, conflictos y aspiraciones.
Otros estudios sugieren que en el liderazgo difieren y que el estilo masculino es transaccional. Al género masculino lo caracterizan por ser más asertivo, racional y agresivo. Son condiciones consideradas necesarias para ser un buen líder. También se dice que muchas mujeres adoptan una actitud masculina para sentirse respetadas. Muchos estereotipos sociales de género prohíben a la mujer como líder, esto dificulta que las mujeres puedan acceder a cargos ejecutivos y políticos, por lo tanto, su porcentaje es acotado.
Según la resolución de la Asamblea de las Naciones Unidas del 2011.
“las mujeres siguen estando marginadas en gran medida de la esfera política en todo el mundo, a menudo como resultado de leyes, prácticas, actitudes y estereotipos de género discriminatorios, bajos niveles de educación, falta de acceso a servicios de atención sanitaria, y debido a que la pobreza la afecta de manera desproporcionada”.
Es de desear que el líder goce de la aceptación de su equipo de trabajo, generando lazos y acuerdos entre los distintos departamentos, optimizando el buen funcionamiento de la organización y de sus públicos.
Logrando un ambiente cordial y estimulante, se podrá llegar más rápidamente a los objetivos y metas que toda organización establece. Podrá ver así, que su imagen crece y que su producto o servicio está bien posicionado en el mercado.
Los líderes pueden influenciar negativa o positivamente a su equipo, es de desear que esa influencia sea positiva, pero de no ser así, se deberá trabajar con los líderes negativos para que éstos se alineen con el objetivo en común y luego que su influencia derrame hacia sus colaboradores.
Un líder incorrecto puede generar confrontaciones entre sus pares y desestabilizar el funcionamiento del equipo.
Además, todo líder debería querer serlo y aportar al crecimiento intelectual de su equipo, para poder generar nuevos liderazgos a futuro.
Los mejores resultados llegan cuando se toman acciones que generen los cambios necesarios. Fomentar el aprendizaje de nuevas herramientas de trabajo, ofreciendo cursos a cargo de la empresa, potenciarán el conocimiento del empleado y esto facilita para que todo se desarrolle con más rapidez.
Al apoyarlos en los procesos se obtendrá un ambiente de trabajo adecuado, que estimule a alcanzar las metas establecidas.
Se debe reconocer el buen desempeño del empleado y fomentar su creatividad. Incentivar la búsqueda de nuevos caminos que les permitan aportar soluciones para los nuevos desafíos que se presenten. Son actitudes que un líder no debe descuidar.
Realizar actividades fuera del horario laboral, también ayuda a favorecer la cohesión del personal y sus líderes. Cada día más las organizaciones realizan actividades interactivas extra horario.
¿Colabora la diversidad generacional dentro de la empresa u organización para una mejor gestión?
Un buen líder debe ser una persona equilibrada, con una formación teórica capaz de generar nuevas redes de contacto y que está permanentemente enfocado en buscar soluciones a las nuevas problemáticas que se generan a diario en las empresas u organizaciones. Nuevas ideas deben surgir permanentemente para mantener y mejorar la productividad y la imagen de la empresa u organización.
Tener personal de mediana edad que aporte su experiencia y aplomo, es de suma importancia para una organización que, junto a los jóvenes que son quienes dominan las nuevas herramientas comunicacionales y tecnológicas, conformarán un ambiente laboral equilibrado y productivo.
Implementar canales de comunicación interna que estimulen a los trabajadores como, por ejemplo, la creación una revista interna para generar una forma amena de transmitir la información de actualidad sobre el funcionamiento de la corporación y los eventos sociales, es una manera de llegar a todos y hacerlos partícipes de los cambios y avances de la empresa.
También, el líder debe enfocarse en las aptitudes y competencias de su equipo de trabajo e ir delegando paulatinamente tareas que estos puedan realizar. Apostar a que pueden desarrollarlas sin mayores inconvenientes, siempre contando con su apoyo o supervisión.
El Líder debe ser respetuoso de las normas y reglamentos de trabajo y de sus tiempos. Debe asegurarse de que el personal tenga las herramientas necesarias para realizar correctamente las tareas asignadas y seguir los procesos para llegar a los resultados esperados, posibilitando así, el crecimiento constante y productivo de la organización.
Si bien es verdad que el teletrabajo llegó para quedarse y que introdujo una nueva forma de trabajar esto, ha cambiado la dinámica y la interacción con los públicos internos y externos.
Los líderes junto a sus equipos de trabajo deben adaptarse a esta nueva realidad y para ello, deben establecer nuevas normas para la implementación de las tareas y horarios de trabajo, generando objetivos a corto y mediano plazo que logren un mejor y permanente posicionamiento de la marca.
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